viernes, 3 de junio de 2011

En el camino

Iba caminando hacia adelante en el camino. El sol a mi espalda. Sombrero sobre la cabeza. El viento intentaba despegarmelo de mi cabello moreno enredado por el tiempo. Con una mano lo sujetaba mientras con la otra iba agarrando en cayado de madera de encina que me ayudaba al caminar.
De repente el cielo se volvía más oscuro y una tenue lluvia acariciaba con suavidad mi rostro, soñoliento y cansado. Triste por la intemperie y por los oscuros nubarrones de mi interior. Quizás más que el exterior.
De repente, todo cambió. Yo andaba por un campo de trigo amarillo. El sol era el protagonista de la escena. Yo era joven, un niño pelirrojo que caminaba acariciando con la yema de los dedos los tallos del cereal... y desperté con la sonrisa de un niño que ha encontrado un momento de felicidad.

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