miércoles, 22 de febrero de 2012

Cosa de pasteles

La historia de esta noche se remonta a un tiempo cuando los duendes y las hadas poblaban los frondosos bosques, los ríos no tenían límites ni los animales tampoco.
El protagonista de nuestra historia, el duendecillo del bosque quería darle una sorpresa a su amiga la hada del viento. Se llamaba así porqué cuando movía las alas con ímpetu, hacía un sonido similar al del viento cuando susurra entre las hojas de los árboles centenarios del bosque.
Fue a un campo cercano donde vivían unos campesinos e hizo un pastel de fresas que le gustaban mucho y lo hizo con todo el amor del mundo y el cariño que se hacen los pasteles.
Por otra parte... la hada, como sabía que se iba a encontrar con el duende por la tarde y sabiendo que era muy goloso, entonces decidió hacerle un pastel de queso para merendar... cosa que a ella le gustaba mucho y puso su encanto y dedicación ha hacerlo como si fuera para ella misma, con amor y cariño.
A media tarde se encontraron los dos y dijeron al unísono... -"Tengo un pastel para ti"-
Se rieron los dos a la vez... habían coincidido.



lunes, 20 de febrero de 2012

Chateando con uno mismo

Cerré los ojos durante unos breves instantes y empecé a recordar breves instantes de la conversación que había mantenido primero por el móvil y después por mensajería.
Dichosos nosotros que tenemos multiplicidad de medios para comunicarnos con los demás y desdichados porque cada vez tenemos menos momentos para comunicarnos con nosotros mismos.
Por tal motivo decidí dejar de teclear por unos instantes y reflexionar un poco acerca del tema de la comunicación con mi interior. Quizás el modo para hablar de un tema conmigo mismo y no eludirlo sería chateando conmigo mismo... hacerme preguntas incómodas el tipo. Hola  Jorge, qué te está pasando? E insistir en responderme para así ser consciente de las cosas que suceden por dentro. Estamos tan pendientes de la crisis, de las cosas que nos rodean, del móvil, del messenger.... etc que no sabemos valorar las cosas pequeñas del día. Si mirara más para adentro me daría cuenta que hay cosas que no van bien fuera que tendría que arreglarlas desde dentro. Igual la solución será ponerle un nick a mi interior para chatear con el para solucionar alguna cosilla....
Como conclusión decir que ojalá fuera tan fácil hablar con uno mismo como hacerlo con alguna persona en especial.

viernes, 3 de junio de 2011

En el camino

Iba caminando hacia adelante en el camino. El sol a mi espalda. Sombrero sobre la cabeza. El viento intentaba despegarmelo de mi cabello moreno enredado por el tiempo. Con una mano lo sujetaba mientras con la otra iba agarrando en cayado de madera de encina que me ayudaba al caminar.
De repente el cielo se volvía más oscuro y una tenue lluvia acariciaba con suavidad mi rostro, soñoliento y cansado. Triste por la intemperie y por los oscuros nubarrones de mi interior. Quizás más que el exterior.
De repente, todo cambió. Yo andaba por un campo de trigo amarillo. El sol era el protagonista de la escena. Yo era joven, un niño pelirrojo que caminaba acariciando con la yema de los dedos los tallos del cereal... y desperté con la sonrisa de un niño que ha encontrado un momento de felicidad.

miércoles, 1 de agosto de 2007

El oso panda

Pasaron los días y el niño al que llamaremos Luis y la niña que llamaremos Silvia estaban preparando las maletas para irse de vacaciones con sus padres. Ellos dos eran muy amigos y sus padres se conocían desde que eran niños y ellos también.
Habían decidido todos que irían de viaje a Chengdu al suroeste de China, donde hace tres semanas nacieron dos gemelos de panda.
A ambos le gustaban mucho los osos panda y era un sueño hecho realidad ir a verlos, sobre todo al ver a unos cachorros.
Fueron a despedirse del fafante azul que quedó muy tris
te al no poder ir con ellos, Silvia bromeó que no tenía una maleta suficientemente grande para colarlo en el aeropuerto, al fafante no le hizo gracia. Pero como compensación se pusieron de acuerdo que cada noche en China, por la mañana aquí, se conectarían con el messenger y le enviarían fotos de los osos y le contarían las aventuras que corrieran.
Todos quedaron contentos y se despidieron.
Llegaron al aeropuerto, embarcaron y en el avión durante la comida, Luis se dio cuenta que le desaparecían patatas fritas del plato y algún trozo de carne.
Miró a Silvia que se encontraba sentada a su lado y le dijo que no tenía ninguna gracia, ella le miró con asombro y vió un sombrero diminuto que se escondía en un bolsillo de Luis.
-Je, je, te pillé duendecillo.- Y el personaje singular diminuto salió de su escondrijo.
-Ayer os seguí cuando fuisteis a ver al fafante y me disteis una gran idea. Y me colé para ir a ver a los ositos.
Llegaron al hotel de madrugada, muertos de sueño. Más que un hotel era una gran chabola de paja, como un bungalow donde había varias habitaciones para las 2 parejas y los niños (y el duendecillo)
Ya por la mañana decidieron ir a ver a los osos panda, se quedaron perplejos de lo diminutos que eran y feos, pero de mayores son guapísimos.




domingo, 22 de abril de 2007

Imàgenes

Estaban el niño y la niña en aquella sala, oyeron las voces que salían de arriba. El elefante azul estaba preocupado y el personaje que estaba detrás suyo, que acababa de llegar, también.
Los dos salieron lentamente de la cueva, ascendieron por las paredes del pozo. Detrás quedaban algunos recuerdos y el sonido de algo en el fondo del pozo oscuro que no quisieron descubrir por el momento.
Más arriba le esperaba el elefante azul un poco preocupado, era tarde y los padres de todos estarían nerviosos. De pronto se oyó una voz que decía: -menudo susto me habéis pegado.- Ellos si que se miraron asombrados al oír la voz. Era el duende del bosque enviado por los padres para ir a buscarlos.

jueves, 5 de abril de 2007

Lo que se espera de mi

El niño fue bajando por las paredes del pozo y leyó un mensaje en las paredes " lo que se espera de mi". Otro que decía, "las expectativas que tienen de mi" y el último "cuales son mis responsabilidades". La niña le preguntó si estaba bien, y el niño les dijo que si.
El person
aje que iba bajando por las escaleras de la pared se detuvo y se dio cuenta que en una de las paredes había un agujero, por el cual se podía pasar. Llegó a una sala de piedra con una especie de altar en medio, estaba iluminado levemente por unas rendijas que había en el techo y por la luminiscencia de las paredes. Se detuvo a pensar sobre las frases. Se acordó que había quedado con unas personas el fin de semana, y no tuvo fuerzas para levantarse, su estado de ánimo estaba por los suelos. La elefanta rosa y el pingüino morado estaban enojados porque no se habían presentado esperaban que el niño fuera a su casa tenían buenas expectativas y lo que había pasado hacían que estas descendieran ligeramente sobre el niño y la confianza de sus amigos sobre el mermara. El no tenía fuerzas, entonces. Porqué no le entendían, eran ellos tan egoístas o lo era el niño por no atender a la responsabilidad que se había autoimpuesto?
En estos pensamientos apareció la niña diciéndole que estaba asustada porque no subía, había leído las frases
y había visto el agujero en la pared. La niña dio su visión al respecto.
- La vida es una conexión , un sistema de cosas en que la variación de una afecta al todo, en la escuela sabía de una profe que llegaba tarde a clases, eso hacía que el profe que estaba antes saliera más tarde y el grupo siguiente perdía 10 minutos de clase. La profe llegaba tarde y compugnida diciendo que l
o lamentaba, pero eran los niños los que tenían 10 minutos menos, a veces nuestros actos tienen consecuencias que desconocemos, siempre hay imprevistos, pero tenemos que ser consecuentes con las responsabilidades, esta maestra, tras hablar con el profe llegó a la hora y ya no hubo malas caras... El niño se quedó pensativo.

jueves, 22 de marzo de 2007

Pez Oscuro


El pozo se encontraba en el fondo del páramo, en medio de la nada donde antes hubo algo, quizás algunas construcciones perecederas de madera del pocero pero que con el paso del tiempo y de las nuevas tecnologías hidráulicas se hizo dejar de ser necesario.
Dentro del pozo, no se sabe ni como ni porqué había vida, movimiento, quizás el único en metros cuadrados, quizás kilómetros cuadrados.
El niño con la bici llegó hasta allí extenuado, junto a él iban la niña y el elefante azul en una bici que le quedaba minúscula pero que mantenía muy bien el equilibrio. Vieron el pozo y creyeron que quizás había agua en su interior, al asomarse no veían nada, solo oían un leve ruido, suave y lejano, tiraron una piedra y se tardó unos 5 segundos en oír el chapoteo. Con una cuerda que llevaba el niño, la ataron a una botella vacía de plástico que tenían y tiraron al pozo, pero nada subieron, solo un lamento lejano. Al cabo de un rato de pensar que hacer pensaron como coger un poco de agua hasta abajo, miraron y vieron que tenía como escaleras por dentro el pozo. Y los niños decidieron descender y el elefante azul les esperaba fuera, unas pisadas diminutas se acercaron a ellos por la espalda cuando iban a bajar....